Relieve
Esta sección, como su nombre lo indica, pone de relieve a los grandes protagonistas de este Atlas del Silencio: los medios de comunicación que cubren información local a lo largo de Venezuela.
Un total de 602 medios de todo el territorio nacional fueron caracterizados en 2022, con diferentes formatos: radio, digital, televisión e impreso. El estudio incluyó una encuesta ciudadana realizada a más de 1600 personas para conocer su percepción y conocimiento de los medios locales.
De este universo, en 2024 el estudio puso una lupa sobre un grupo de medios radiofónicos y digitales –formatos de mayor presencia en las localidades venezolanas– para precisar cómo son sus procesos y decisiones al momento de hacer coberturas locales. También se expone cómo los aspectos operativos –personales, materiales, financieros– influyen en la forma de ejercer la labor periodística. ¿Qué tan independientes y sostenibles son realmente? Aquí ofrecemos algunas respuestas.
Todo este conocimiento recabado supone una potencial brújula para los actores interesados en que exista más y mejor periodismo local en Venezuela, y de este modo una democracia cada vez más sólida.
Cristina González
Un estudio cualitativo
Un zoom sobre el periodismo local venezolano
El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela) hizo entrevistas de profundidad a 26 medios de comunicación locales para explorar los detalles de su labor periodística y de los procesos operativos que la sostienen. Las restricciones para movilizarse y la autocensura destacan entre los desafíos para ejercer un periodismo local de calidad. La publicidad figura como la principal forma de financiamiento, entre otras fuentes de ingresos como alquiler de equipos y espacios, subvenciones internacionales, coberturas patrocinadas y actividades formativas. Estos medios desean fortalecer sus áreas de medición de impacto y creación de contenidos como un camino para hacerse más sustentables.
Antonio* sale de lunes a viernes a las seis de la mañana desde su casa hacia la capital del estado donde vive. Aprovecha el mismo viaje para varios objetivos: trasladar a la esposa a la oficina, dejar a los niños en el colegio y quedarse en el lugar donde se producen los hechos noticiosos que cubre para su propio medio digital. Aunque es muy temprano, él espera; ha decidido no recorrer dos veces el mismo trayecto de ida a la ciudad para poder ahorrar gasolina. La escasez y altos costos del combustible son algunos de los problemas que enfrentan los reporteros que hacen periodismo local en Venezuela. “No es que no ganamos dinero; el tema es que si tú todo lo que te ganes, lo vas a destinar a hacer coberturas… Por ejemplo, si todo lo que ganas, lo destinas a gasolina, entonces no estás ganando nada en realidad. El tema económico es muy fuerte. Hay que tratar de lograr un equilibrio”, explica durante una entrevista que explora en qué medida su medio de comunicación es sustentable.
Dependiendo de si existen suficientes medios como el de Antonio que producen información de interés local, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela) determina si una localidad o municipio del país puede catalogarse o no como un desierto informativo. El estudio Atlas del Silencio, publicado en 2023, precisó que al menos 7 millones 25 mil 427 venezolanos –21% de la población– viven en localidades que son desiertos informativos o desiertos de noticias: carecen de suficientes medios para informarse sobre asuntos de interés inmediato para su comunidad, lo que minimiza su capacidad de tomar decisiones acerca de su cotidianidad y de comprender el mundo que les rodea.
Como continuación de este estudio, IPYS Venezuela se propuso este 2024 hacer una suerte de zoom in (o acercamiento) para investigar el funcionamiento de los medios venezolanos que hacen periodismo local, incluidos los que cubren tanto desiertos como no-desiertos; es decir, tanto aquellos que resisten a los entornos de aridez informativa como los que conforman un micro ecosistema de medios más saludable.
Esta investigación consistió en un estudio cualitativo que tuvo como base 26 entrevistas de profundidad a medios locales, llevadas a cabo entre el 04 de abril y el 25 de mayo de 2024. De estos, 10 son emisoras de radio y 16 son medios digitales, con el fin de poder caracterizar cómo funcionan los medios locales en Venezuela específicamente en estos dos formatos. La muestra se seleccionó con estos criterios: que los medios tuvieran presencia en localidades variadas (en desiertos, desiertos moderados y/o no-desiertos), que existiese un equilibrio entre el número de radios y de medios digitales, y que el trabajo de campo fuese factible para un conjunto de corresponsales de IPYS Venezuela. Los 26 medios entrevistados están ubicados en los estados Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Falcón, Mérida, Monagas, Nueva Esparta, Sucre y Zulia. Sus identidades quedarán bajo reserva en este estudio por razones de seguridad debido a la cantidad de información solicitada en la entrevista de profundidad sobre sus procesos internos periodísticos y operativos, sobre los cuales temen declarar abiertamente. Pulse aquí para ver el cuestionario de las entrevistas.
Este conocimiento de cómo los medios locales venezolanos trabajan desde el punto de vista periodístico y operativo es un camino para explorar en qué medida son medios sustentables.
Al ser una de las principales preocupaciones del periodismo a nivel mundial, organizaciones internacionales se han dedicado a fomentar la sustentabilidad de los medios, y algunas se especializan en hacerlo con medios locales. Es el caso de LION Publishers, con 475 miembros apoyados en Estados Unidos y Canadá. Su paradigma ha sido introducido en el mundo de habla hispana por la organización de aceleración de medios Sembramedia, y consiste en que la sustentabilidad de un medio de comunicación local sólo es posible en la intersección entre el impacto periodístico, la salud financiera y la resiliencia operacional.

Bajo esta perspectiva, este estudio no es sólo una reafirmación de desafíos conocidos de los medios y periodistas en general bajo la crisis social, política y económica de Venezuela; sino también una mirada sobre cómo las condiciones y procesos en la cotidianidad de los medios locales los hacen más o los hacen menos sustentables para ofrecer un periodismo de calidad de forma sostenida en sus municipios y regiones.
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Emisoras de radio, una ventana entreabierta de información
Caracterización basada en entrevistas de profundidad a 10 emisoras de radio locales
Una emisora de radio local en Venezuela puede nacer de diferentes maneras. Unas son el resultado de la extensión de un circuito o red nacional de emisoras en una nueva localidad, mientras otras son creadas de forma más autónoma. Suelen ser fundadas por personas con experiencia en el ámbito radiofónico o por empresarios propietarios de varios medios de comunicación. En algunos casos, pertenecen a las autoridades oficiales locales o regionales. Y hay otras que nacen dos veces: la segunda vez en la web, después de haber contado con una transmisión en frecuencia FM y de que el Estado la sacara irregularmente del aire.
Sólo entre 2022 y junio de 2024 la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ordenó el cese de operaciones de 136 emisoras de radio. IPYS Venezuela ha documentado un patrón de omisión administrativa por parte del ente regulador de las telecomunicaciones en el país, al no dar respuesta a los trámites que hacen las emisoras para obtener o renovar concesiones radioeléctricas, lo que las deja y mantiene en un limbo jurídico. A discreción de la Conatel, las emisoras son cerradas de sorpresa en cualquier momento, y a veces de forma masiva, bajo el alegato de que son clandestinas o ilegales, lo cual es interpretado por las propias emisoras y organizaciones de defensa de la libertad de expresión y el acceso a la información como una práctica de amenaza y censura contra el periodismo radiofónico.
Es por eso que hoy no todas las emisoras son como antes fueron: varias han reducido sus espacios de información y opinión, y otras los suprimieron por completo para transformarse en una emisora exclusivamente de entretenimiento. Ha sido un modo de evitar las amenazas, la persecución o posibles cierres por parte de la Conatel. Aquellas que preservan algunos segmentos de información difunden denuncias comunitarias de sus localidades, y algunas de ellas se enfocan en grupos más vulnerables, como las comunidades indígenas.
Generalmente están constituidas como empresas privadas, con fines de lucro, pero también existen emisoras bajo la figura de asociación civil sin fines de lucro.
Funcionamiento periodístico

El tipo de información prioritaria en estas emisoras de radio es aquella de interés local y regional, seguida de la información nacional y, en última instancia, los temas internacionales. Sus principales productos periodísticos son las noticias del día, las entrevistas, los reportajes, así como también los programas de opinión, cultura, entretenimiento y educación.
Las decisiones sobre qué contenidos producir y publicar son tomadas a través de reuniones editoriales semanales y diarias, en las cuales no sólo se evalúa el valor periodístico de los temas sino también qué tan sensibles son para la gestión del gobierno nacional de Nicolás Maduro. Para las emisoras, de esto dependen las represalias de la Conatel.

Los criterios que se usan para decidir sobre los contenidos son los que nos permiten seguir adelante, es decir, los que el gobierno no siente que son ataques directos. Los productores son conocedores de la situación de los medios de comunicación y siguen esas líneas.

Los temas locales que cubren las emisoras son servicios públicos, cultura, deportes, política, eventos, derechos laborales, economía, negocios, instituciones o gestión gubernamental, farándula, comunidad, educación, salud, medio ambiente, turismo, pueblos indígenas y los derechos humanos. La siguiente nube de palabras muestra los temas locales más repetidos en las entrevistas de este estudio.

El proceso para hacer coberturas de temas locales varía de una emisora a otra: unas sólo estilan llevar a entrevistados a la cabina, mientras otras cuentan con reporteros de calle que reciben pautas y también pueden proponerlas. Abundan las coberturas de eventos que se presentan como noticias positivas, como ferias, conciertos y congresos. También se cubren ruedas de prensa de la Gobernación del estado o la Alcaldía del municipio. La cobertura de las denuncias de las comunidades, por otra parte, busca incluir voces de los afectados y de las autoridades.
Además de la autocensura –reconocida de este modo por las emisoras– debido al temor a la Conatel, otra limitación para la producción de información local común entre las emisoras es la dificultad para la movilización de los reporteros: por la falta de vehículos de la emisora o del propio periodista, o por la escasez de combustible. Como parte de la crisis económica de la última década en Venezuela, la población ha estado afectada por el desabastecimiento de gasolina, principalmente en el interior del país, debido a la falta de mantenimiento de las refinerías y de personal capacitado para las reparaciones, y debido también a la incapacidad económica de importar la cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de consumo de los venezolanos, según el Observatorio Venezolano de Finanzas.
También la cobertura de temas locales por parte de las emisoras ha encontrado obstáculos en la falta de respuesta de instituciones oficiales y en las deficiencias del servicio eléctrico. A cinco años del apagón que dejó sin electricidad por varios días a gran parte del país en 2019, los ciudadanos aún reportan interrupciones constantes del servicio. El sondeo más reciente del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, realizado en noviembre de 2023 en 12 ciudades, reveló que 54,7% de los encuestados padece cortes eléctricos una o más veces al día, y que 76% de los usuarios consultados valora de forma negativa la calidad del servicio.
Ante estas dificultades, mientras algunas emisoras concentran la atención de su cobertura en informaciones recibidas en notas de prensa y en la asistencia a eventos con los cuales hay una negociación publicitaria, otras emisoras amplían su alcance geográfico reporteril con las siguientes estrategias: alianzas con otras emisoras para intercambiar información, contactos telefónicos en vivo o grabados, recepción de denuncias a través de las redes sociales, apoyo en colegas ubicados en cada zona, e incluso colaboración de las propias comunidades para el traslado de los reporteros que escucharán y darán a conocer sus denuncias.
Las fuentes vivas de información más frecuentes en sus contenidos periodísticos locales son algunos funcionarios públicos, líderes y activistas políticos, líderes y activistas sociales, dirigentes sindicales, empresarios, representantes de organizaciones no gubernamentales, presidentes de cámaras y colegios profesionales, expertos por temas, profesores, ciudadanos comunes, vecinos de la comunidad, representantes de eventos, voceros de asociaciones, miembros de instituciones privadas, periodistas especializados y líderes y lideresas indígenas.
Los canales de difusión que utilizan son páginas web; las redes sociales Instagram, X (antiguo Twitter), Facebook, Youtube y Tik Tok; y los servicios de mensajería WhatsApp y Telegram.
Al otro lado de la comunicación, las principales audiencias que las emisoras identifican como receptoras de sus contenidos son los adultos contemporáneos –también llamados adultos jóvenes–, de entre 20 y 55 años, con intereses temáticos variados y, en algunos casos, con deseos de contar con un espacio para informarse y denunciar.
El impacto social de su trabajo periodístico no se mide aún de manera metódica, pero se trabaja en algunos casos con la convicción de que la difusión de las denuncias contribuyen con la solución de las problemáticas que aquejan a las comunidades. Esta premisa surge de la receptividad que reciben de parte de las personas cuando van a los lugares a cubrir alguna denuncia social. En general, la medición más sistemática se produce en las redes sociales, a través de los números de seguidores, visualizaciones, manifestaciones de “me gusta” y comentarios. Algunas emisoras también consideran como un indicador de su impacto social el aumento en la cantidad de mensajes y llamadas a los programas.
Funcionamiento operativo

Por la naturaleza de la radio, estos medios cuentan con una sede física y equipos propios para la transmisión. En algunos casos tienen computadoras y conexión a Internet. Las coberturas, sin embargo, son realizadas con los celulares personales de los periodistas.
El personal que trabaja en las emisoras de radio locales puede incluir las figuras de gerente general, director general, director operativo, coordinador, productor general, jefe de producción, jefe de programación, jefe de operaciones, periodista/locutor, periodista de calle, productor independiente, operador técnico, asistente de producción, camarógrafo, editor de redes sociales, reportero comunitario, gerente de comercialización, administrador, vendedor por comisión, y personas encargadas de mantenimiento y limpieza.
El personal directivo, administrativo, técnico y de mantenimiento suele trabajar a tiempo completo, mientras los demás tienden a cumplir jornadas parciales. También están las figuras de pasantes y voluntarios que generalmente no son remuneradas por el medio, sino que en algunos casos los locutores asumen el pago que reciben sus pasantes.
Tres perfiles que inciden en las operaciones, sostenibilidad y actualización de un medio son las personas encargadas de las áreas administrativa, comercial y tecnológica. Con respecto a esto, este estudio encontró que las emisoras generalmente cuentan con personal dedicado de forma exclusiva a las áreas de tecnología –sobre todo para el mantenimiento y operación de los equipos– y administración. Pero sólo la mitad de las emisoras entrevistadas tiene personal dedicado de manera exclusiva al área comercial. Las asociaciones civiles sin fines de lucro carecen de esta figura para la búsqueda de fuentes de ingresos. Otras emisoras que funcionan como empresas, por su parte, mantienen abierta la posibilidad de que cualquiera de los trabajadores pueda vender publicidad, sin que nadie en particular tenga asignada esta función.
La principal fuente de ingresos de estas emisoras es la venta de espacios publicitarios. Otras formas de financiamiento que se ponen en práctica, en menor medida, son la cobertura de eventos, alquiler de estudios de grabación y equipos, venta de rifas, y talleres de locución y oratoria. Unas se sostienen también con recursos económicos propios de los dueños.
La mitad de las emisoras entrevistadas se considera sostenible económicamente porque, aseguran, los ingresos por publicidad cubren los gastos; mientras la otra mitad no se considera así al advertir una capacidad disminuida en los empresarios para invertir en publicidad debido a la crisis económica del país.

Hay desánimo porque los comerciantes no pueden invertir, baja la publicidad y por ende bajan los ingresos. Eso implica tener menos trabajadores.

La cotidianidad de estas emisoras generalmente está orientada por un manual técnico para la operación de los equipos y la transmisión, y escasas veces tienen un protocolo para el área editorial. Consideran que sería útil tener manuales de estilo, organizacional y de seguridad.
Las pocas emisoras que han trabajado con alianzas usualmente lo hacen con otras que pertenecen al mismo circuito o con otros medios del mismo propietario. Las que no han tenido esa experiencia están interesadas en hacerlo.
Consultadas sobre las áreas en las que desearían tener mayor fortalecimiento, las emisoras de radio locales marcaron las opciones de medición de impacto, producción y creación de contenido, seguridad, gestión administrativa y organizacional, y recursos humanos. Una añadió el tema de la gestión de emociones en el manejo del personal. La siguiente nube de palabras muestra las respuestas más repetidas en las entrevistas sobre estas oportunidades de mejora.

Las emisoras consideran relevante fortalecer su medición de impacto para conocer mejor a sus audiencias y sus intereses, y para poder mostrar a los posibles aliados comerciales las evidencias de su alcance y de la aceptación del medio.
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Medios digitales, un portavoz en proceso de consolidación
Caracterización basada en entrevistas de profundidad a 16 medios digitales locales
Los medios digitales locales surgen en algunos casos como emprendimientos de periodistas con experiencia o grupos familiares pequeños –entre hermanos; entre esposos– que desean impulsar un negocio periodístico propio. Algunos periodistas evaluaron esta opción después del cierre de los medios tradicionales locales en los cuales trabajaban. También estos medios pueden ser creados desde las universidades, impulsados por docentes o sólo estudiantes. Y otros derivan de una transformación: están los que empezaron como una cuenta en la red social Instagram o Twitter y evolucionaron a un medio de comunicación digital; y están los que existían desde el siglo XX como medios impresos y pasaron a ser netamente digitales.
Estos medios generalmente están registrados como empresas, con fines de lucro. También, aunque en menor medida, como firmas personales. Otras funcionan sin un registro formal, porque están en proceso de hacerlo o porque los detienen razones económicas, bien sea porque no cuentan con los recursos para hacer esta gestión o porque esperan a tener mayor sostenibilidad financiera para constituirse como una empresa más sana.
Funcionamiento periodístico

El tipo de información que estos medios priorizan es la de carácter local y regional, con la cobertura de varios municipios del estado en el que se ubican. De manera excepcional, la información nacional ha sido priorizada por algunos de los medios que antes eran impresos y migraron a la web, pero sin abandonar del todo el enfoque regional.
Todos trabajan con noticias del día y entrevistas, y sólo algunos medios además generan reportajes, crónicas, reseñas y artículos de opinión. Unos, que también desearían acompañar sus notas diarias con trabajos de mayor aliento, carecen de suficientes recursos económicos y personal para ampliar su oferta periodística.
Los directores o gerentes de los medios digitales suelen tener una participación activa en las decisiones sobre qué contenidos producir y publicar, en algunos casos con intercambios con los editores, y en otros casos con conversaciones directas con los reporteros. Aunque ellos tienen la última palabra, los reporteros son libres de proponer y, a veces, de hacer las coberturas que les parezcan pertinentes para luego presentarlas ante sus jefes. Estos temas editoriales se discuten a través de reuniones de pauta y de comunicaciones constantes de acuerdo con el acontecer de los hechos a lo largo de cada día. En algunos medios digitales, sin embargo, hay un tema que no está sujeto a debate: tienen como una norma publicar todas las informaciones recibidas por correo electrónico de parte de la Gobernación del estado o la Alcaldía del municipio, bien sea por mantener una línea editorial pro-oficialista o por temor a persecuciones políticas.
Los temas locales cubiertos por estos medios digitales son comunidad, política, deportes, sucesos, cultura, servicios públicos, salud, educación, ciudad, protestas, ruedas de prensa, universidad, denuncias, economía, transporte, vialidad, religión, empresas básicas y minería. La siguiente nube de palabras muestra los temas más repetidos en las entrevistas de este estudio.

Los reporteros proceden a hacer las coberturas de calle dependiendo de los acontecimientos que se produzcan durante el día, de invitaciones a las ruedas de prensa y de la recepción de denuncias de las comunidades. La logística de traslado a veces consiste en la distribución de los periodistas con un solo carro o en el uso del transporte público. Cuando van a los sitios, los reporteros recogen información para las notas escritas y redes sociales, incluyendo fotos y videos, que pueden ser posteriormente editados o que se transmiten en vivo como avance informativo. Muchos lo hacen con sus celulares personales, sin contar con un fotógrafo.

Por nuestras trayectorias, contamos con una red de colaboradores en las comunidades que nos envían información que verificamos.

Como el caso anteriormente expuesto de las emisoras de radio, la escasez y altos precios del combustible perjudica la movilización de los reporteros de los medios digitales, bien sea en un vehículo del medio (que, cuando lo tiene, es sólo uno) o en uno propio. Los periodistas también suelen carecer de recursos para costear los pasajes del transporte público. Cuando se trata de trayectos más largos, otro obstáculo es el mal estado de la viabilidad. Varias, sin embargo, son las alternativas que estos medios han explorado para superar las distancias en el trabajo reporteril: algunos recolectan la información a través de infociudadanos y otros se apoyan en colegas o medios ubicados en esos lugares en el marco de trabajos colaborativos. Unos pocos medios solicitan y reciben apoyo de las Alcaldías o de amigos en instituciones gubernamentales para la movilización.
Las fallas de electricidad, señal telefónica y conectividad a Internet, por otra parte, son los retos del trabajo reporteril a distancia. El sondeo más reciente del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos sobre la satisfacción ciudadana con el Internet, en noviembre de 2023, encontró que 1 de cada 3 usuarios a nivel nacional valora de manera desfavorable la calidad del servicio, debido a las caídas constantes de la señal y la lentitud en la navegación.
Otras limitaciones en las coberturas son la falta de respuesta de las fuentes oficiales –incluso en las ruedas de prensa donde se abstienen de responder preguntas sobre temas diferentes al de la convocatoria– y el miedo de líderes comunitarios a la persecución política si ofrecen declaraciones. Y este temor no es ajeno a los periodistas: durante la producción informativa, algunos deciden autocensurarse para no correr el riesgo de ser procesados por las leyes que parlamentarios del partido de gobierno han aprobado en la Asamblea Nacional contra de la libertad de expresión, bajo el alegato de combatir el odio, el terrorismo y el fascismo.
Un abanico de fuentes de información, no obstante, son consultadas por los medios digitales locales para construir informaciones: personas de las comunidades, expertos, académicos, dirigentes políticos, dirigentes sindicales, defensores de derechos humanos, funcionarios públicos, líderes sociales, representantes gremiales, educadores y policías. Unos contactan a políticos y funcionarios públicos de nivel medio y bajo en sus estructuras organizativas como un modo de recabar datos valiosos que sirven de punto de partida para la reportería.
Los canales de difusión utilizados por estos medios digitales locales son las páginas web; las redes sociales Instagram, X (antiguo Twitter), Facebook, Youtube, Tiktok y Threads; servicios de mensajería WhatsApp y Telegram; y, en menor medida, correo electrónico.
Al otro lado de la comunicación, estos medios digitales identifican a sus audiencias como personas interesadas en informaciones locales y comunitarias, principalmente en temas de sucesos y política.
Los medios digitales consideran como un impacto social de su trabajo cuando un problema encuentra solución, ya sea por parte de las autoridades o por gestión ciudadana, después de la publicación de una denuncia. Sólo uno de los medios entrevistados en este estudio asegura llevar una documentación de esta relación causal de forma sistemática: registra una suerte de expediente que contiene el tema y el origen del problema, cuándo intervino el medio y cuántas veces lo ha hecho, cuántas gestiones ha hecho el Estado, cuándo se solucionó el problema, qué tan efectiva y eficiente fue la solución, qué tan auditable es el actor que ejecutó la solución y si participó en una licitación, entre otros datos. Otro medio, por su parte, hace encuestas digitales periódicas para medir su impacto. Pero la mayoría lo mide en las métricas de visitas y lecturas al portal web, y en las estadísticas de las redes sociales, como por ejemplo las visualizaciones en el contenido audiovisual.
Funcionamiento operativo

La mitad de los medios digitales entrevistados en este estudio cuenta con una sede física, mientras que la otra mitad opera bajo la modalidad de teletrabajo: en este caso los periodistas trabajan desde sus casas o incluso desde las oficinas de sus otros trabajos. Las sedes están en condiciones precarias en cuanto al acceso a internet, agua. Pocas cuentan con aire acondicionado. Uno de los medios que tiene sede se inclina por el teletrabajo por razones de seguridad: como ha recibido amenazas del gobierno regional, teme que se produzca alguna visita oficial que derive en la confiscación de equipos. El hogar de los propios periodistas, entonces, se perfila como el espacio de trabajo natural de los medios digitales.
El número de integrantes del equipo del medio digital puede variar de entre dos personas hasta 30 personas, y la diferencia radica en que la estructura de los medios que antes fueron tradicionales (impresos) suele ser más robusta que la de los medios que son nativos digitales, generalmente con menos de 10 trabajadores. Los cargos que se pueden encontrar en los medios digitales son director, coordinador de información, editor jefe, redactor web, editor web, corrector, corresponsal, reportero de calle, reportero gráfico o fotógrafo, periodistas por fuentes (como comunidad, sucesos, protestas, deporte, cultura, elecciones, etc.), community manager para redes sociales, diseñador gráfico, webmaster, videógrafo, ejecutivo de venta, administrador, chofer, pasante, periodistas colaboradores freelancers, reporteros ciudadanos y comunicadores comunitarios. En muchos casos, los reporteros no están divididos por fuentes sino que se encargan de cubrir todos los temas.
En algunos medios el acuerdo de trabajo está marcado por la inmediatez del mundo digital: las 24 horas del día de toda la semana. Otros combinan acuerdos de tiempo completo con cargos de tiempo parcial. Y en algunos casos las jornadas dependen del tiempo disponible de los trabajadores con respecto a sus otros trabajos, como fuentes de ingresos adicionales. La modalidad de los pagos suele ser por honorarios profesionales, sin contratación formal de manera fija. Algunos menos estables sólo ofrecen pagos a sus trabajadores cuando se logra un negocio publicitario, por lo cual generalmente trabajan de forma voluntaria.
Sobre los tres perfiles que inciden en las operaciones, sostenibilidad y actualización de un medio –personas a cargo de las áreas administrativa, comercial y tecnológica–, en algunos casos estas funciones no están asignadas a ninguna persona en particular sino que pueden ser asumidas por el propio equipo periodístico. Cuando lo hay, el personal especializado más frecuente es el webmaster. Sólo unos pocos casos cuentan con ejecutivos de ventas.
Algunos medios digitales locales operan sin ningún tipo de ingreso económico. Entre los que sí tienen, las principales fuentes de financiamiento suelen ser las pautas publicitarias, las subvenciones internacionales y los fondos públicos. Sobre esto último, varios medios reciben pagos de parte de instituciones públicas y de gobiernos a cambio de hacer cobertura de su gestión y publicar materiales que envían, así como de evitar la publicación de información que perjudique su imagen. También la empresa privada paga a veces por una cobertura.
Hay medios que, en cambio, descartan por completo y prohíben a sus trabajadores esta práctica de recibir pagos de fuentes de información. En menor medida, otras fuentes de ingresos son la venta de equipos, el alquiler de oficinas y salones, las donaciones de amigos y allegados, y los recursos propios de los dueños o editores del medio.
La gran mayoría de los medios digitales locales entrevistados en este estudio no se considera sostenible económicamente y creen que esto depende de la situación económica del país, para lograr un ingreso publicitario más robusto y estable, y explorar más fuentes de ingresos como las suscripciones. Los que han considerado los fondos de apoyo como opción de financiamiento se preguntan qué será de ellos cuando se acabe la ayuda. Los únicos que se consideran sostenibles cuentan con patrocinantes constantes que cubren los gastos.

Necesitamos que haya mejores condiciones económicas para que empresarios inviertan en publicidad y avanzar a otras fuentes de financiamiento propio como las suscripciones, pero se necesita ese tipo de cultura en Venezuela.

Son escasos los medios digitales locales que cuentan con un manual de estilo. Los medios que fueron impresos, y que tenían uno para ese formato, no han creado uno para su versión digital. Todos, sin embargo, reconocen la importancia de este documento.
La mitad de los medios digitales entrevistados en este estudio ha trabajado en alianzas con otros medios, como por ejemplo con otros medios locales que aportan informaciones sobre zonas alejadas, y con medios regionales y nacionales a los que le dan autorización de replicar los materiales con sus respectivos créditos. También se hacen publicaciones colaborativas en Instagram con medios que son más fuertes en redes sociales. Los que no tienen experiencia con alianzas están interesados en hacerlo, salvo uno de este estudio.
Consultados sobre las áreas en las que desearían tener mayor fortalecimiento, los medios digitales locales entrevistados marcaron las opciones de producción y creación de contenido, gestión administrativa y organizacional, seguridad, medición de impacto y recursos humanos. La siguiente nube de palabras muestra las respuestas más repetidas sobre estos ámbitos de mejora.

Los medios digitales locales consideran relevante aumentar sus habilidades de producción y creación de contenidos tanto para fortalecerse en el mundo del periodismo digital, así como también como una vía de sustentabilidad al poder hacer ofertas de contenidos para clientes.
Calidad del periodismo local: una tensión entre valores y adaptación
Los 26 medios locales entrevistados en este estudio también fueron consultados sobre qué es para ellos un periodismo de calidad. Y respondieron que está caracterizado por:
- Ser imparcial al contar la noticia.
- Mostrar constancia, honestidad y equilibrio.
- No sólo informar sino dar contexto.
- Buscar diversas fuentes (no quedarse con una sola versión).
- Ser honesto y respetuoso con las fuentes.
- Difundir informaciones útiles y oportunas.
- Ver más allá de la inmediatez.
- Ir más allá de la noticia tradicional con otra perspectiva y manera de contar.
- No competir sino ser original y creativo.
- Verificar como una clave del trabajo y de la lucha contra la desinformación.
- Contar historias.
- Investigar hechos de corrupción.
- Tener impacto social en las comunidades.
- Ser un enlace entre el ciudadano y la autoridad regional y local.
- Conocer bien su región.
La reflexión sobre estos ideales, no obstante, estuvo acompañada de aclaraciones sobre las limitaciones que encuentran los medios locales para cumplir con sus propios estándares de excelencia. Plantean que deben adaptarse a la situación política y económica de su estado, y experimentar situaciones de censura y autocensura. Algunos medios ponen en manos de las próximas generaciones el ejercicio de un periodismo más libre durante la recuperación de la democracia en Venezuela. Otros, que identifican una pérdida de confianza de las personas en los periodistas debido al comportamiento políticamente polarizado de muchos medios, están enfocados en la restitución de su credibilidad y relevancia en la sociedad venezolana.
La meta en todos los casos es, en sus modos, seguir adelante.
(*) Nombre ficticio para reservar la identidad del periodista entrevistado, como la de todos los consultados en este estudio.
Datos de la actividad periodística
La prensa local de Venezuela en números
La segunda edición del Atlas del Silencio también ofrece más información acerca de los medios de información que sirven a la población venezolana y acerca de la percepción que las personas tienen del ecosistema mediático en el país. Fueron catalogados 602 medios en todo el territorio nacional. En esta sección, puedes leer los principales hallazgos del estudio acerca de estas dinámicas.
Características de los medios de comunicación
Ocho de cada diez medios son de naturaleza privada
Medios catalogados por naturaleza de gestión
Aproximadamente la mitad de los medios catalogados son radios
Medios catalogados por plataforma utilizada
Presencia de los medios en el territorio
La radio es el tipo de medio con mayor presencia en el territorio nacional
Porcentaje de localidades venezolanas que tienen al menos un medio de este tipo cubriéndolas
Percepción ciudadana
Un cuarto de las personas no conocen o dicen que no existen medios que cubran sus localidades
¿Conoces medios que difundan información sobre su comunidad?
Mitad de los encuestados prefieren consumir contenido noticioso en las redes sociales
¿Cuál es el la plataforma que prefiere para informarse?
Los encuestados conocen más medios en Facebook e Instagram que en las demás redes
Medios identificados en el estudio
Los 602 medios de comunicación que contempla esta edición del Atlas del silencio, fueron levantados a partir del formulario aplicado durante 2022. Este listado no es definitivo, ni representa la totalidad de medios disponibles en Venezuela, pues solo forman parte de esta investigación aquellos que realizan coberturas locales en alguna de las 365 unidades territoriales evaluadas. A continuación puedes ver los medios que participaron en cada estado del país.